Normalmente, se le da poca importancia a la tipografía que escogemos para los textos de las visualizaciones que diseñamos. Y esto no debería ser así. Si trabajáis con Excel o Powerpoint, seguro que la mayoría ni siquiera cambia la fuente que por defecto propone estas fantásticas herramientas.
¿Qué tipos de fuentes o tipografías existen?
Hay miles de fuentes que se encuadran dentro de estas dos categorías básicas: Serif y Sans Serif. En la figura que os muestro a continuación la primera fuente corresponde a Serif. Una teoría dice que la palabra Serif proviene del latín y significa algo así como “pequeño pie”. En la parte inferior de las letras se ve como si estuvieran apoyadas en unas pequeñas terminaciones o remates algo más anchas que el grosor del trazo.
La segunda fuente que os muestro es del tipo Sans Serif. No tiene estos pequeños remates sobre los que parece apoyarse.
La tercera corresponde a un tipo de Serif que se denomina Slab Serif. Las terminaciones son mucho más contundentes.
Características de las tipografías del tipo SERIF
El hecho de tener esos pequeños remates pies en la base es que crea una sensación de continuidad. Es como una línea discontínua. Gracias a esto, facilita el proceso de lectura. Por tanto, es un tipo de fuente ideal para textos narrativos escritos más o menos largos, facilitando la lectura con tamaños incluso menores de 9,5. Sin embargo, en pantalla resulta más incómoda de leer que Sans Serif. Si os fijáis en el primer ejemplo, a veces parece que la parte más estrecha de la letra antes de que empiece el remate aparece y desaparece, lo que resulta bastante incómodo.
Algunas fuentes conocidas de este tipo son Times New Roman, Georgia o Baskerville Old Face.
Se relacionan con una imagen profesional, institucional, formal o clásica.
Características de las tipografías del tipo SANS SERIF
Las fuentes de tipo Sans Serif funcionan muy bien con textos cortos y para títulos. Y suele ser la opción preferida cuando se trata de mostrar el texto en pantallas. Por tanto, si lo que estáis preparando es una presentación que vais a proyectar, es aconsejable elegir una fuente Sans Serif.
Algunas de las fuentes Sans Serif más populares son con Arial, Helvetica o Calibri, la que sale por defecto en las herramientas de Microsoft.
Suelen relacionarse con una imagen limpia, moderna y contemporánea.
¿Cómo combinar distintas fuentes?
Al igual que con el uso del color, en visualizaciones de datos no debe abusarse. Utilizar una fuente más tan solo aplica si nos ayuda a explicar mejor la historia. Lo aconsejable es escoger de dos a tres tipos de fuentes distintas y, potencialmente, una fuente decorativa. En mi caso, normalmente como fuente decorativa yo uso la que adquirí a HomelessFonts. Podéis leer la historia de por qué escogí la letra de Miquel haciendo link AQUÍ.
Google Fonts ofrece la posibilidad de bajar a tu ordenador miles de fuentes gratuitas y, además, originales.
Os aconsejo huir de las clásicas fuentes que os propone Microsoft por defecto y experimentar con opciones más personales y actuales. El hecho de utilizar una fuente distinta a Calibri denota un interés por agradar a tu público. Y además, proyectarás una imagen mucho más creativa.
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Ana Gonzalvo
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